lunes, 24 de septiembre de 2007

Paseando por la vida


Era las dos de la tarde de un día de principios de octubre, no había nubes en el cielo, la temperatura era de aproximadamente 22 grados, las condiciones perfectas para realizar mi caminata. No tengo un destino, pero sé que lo tengo que hacer, mi espíritu nómada me obliga. Salgo de mi casa, cierro el portón y empiezo a caminar tranquilamente. Empiezo a fijarme en las otras personas, todas caminando de forma acelerada, casi corriendo. ¿Seré yo él que va muy lento? Prefiero no pensar en eso ahora. Sigo avanzando sin rumbo, no sé como algo tan simple puedo llenar tanto mi existencia. Cualquier persona podría pensar que no tengo nada más que hacer, pero la verdad es que no es así, tengo muchas ocupaciones, pese a esto siempre organizo mi tiempo para mis pequeños gustos.
Ya llevo 4 horas caminando y es impresionante como esta ciudad puede cambiar tanto de una cuadra a otra. Me interno en galerías perdidas en el centro, no se si voy para arriba abajo, el sur o el norte. Estoy en una de estas galerías, una galería desierta, creo que llevo días acá, camino y camino y no encuentro la salida. Mi barba ya es espesa y huelo muy mal, mis nociones están muy distorsionadas, me duele mi cuerpo, ya no puedo cargar con todo esto. ¡Quiero salir! ¡Quiero salir! Me encontré con un anciano, era demasiado tiempo que no veía un rostro. Me dijo q ya faltaba poco para salir de todo esto, que no perdiera la fe, pero que el final no sería lo que yo esperaba. Pocos días después pude apreciar la salida unos 100 metros mas adelante. Corrí, corrí y corrí, ya vendrías tiempos mejores, todo iba a cambiar. Al salir había una casa, me era muy familiar, y como no, si era mi casa.

lunes, 25 de junio de 2007


Estoy volando, creo que en una nube. No sé donde es para arriba, ni donde es para abajo, pero que importa, soy feliz.
Sigo volando y empiezo a pensar. Pienso y pienso en cosas que nunca había pensado.
Medito sobre asuntos importantes, pero otros no tanto. Me río y me río, no sé de que, pero que importa, soy feliz.
Nada es igual, mis sentidos atrapan y se devoran todo lo que está cerca de ellos.
La música me da otros mensajes, unos que nunca había escuchado, y me empieza a dar miedo. Miedo no sé de que, pero que importa, sigo siendo feliz.
Ahora comprendo cosas que antes para mi no existían. Ahora sé, y no sé si sigo siendo feliz.

lunes, 11 de junio de 2007


Era una noche fría y se sentía que pronto el cielo caería en una tempestad interminable. Luis caminaba por calles oscuras, como siempre con su traje en perfectas condiciones y con un brillo en los zapatos que podría encandilar a cualquiera. Las letras luminosas del club tintineaban de una manera casi molesta. Luis entró, como es normal, el lunes, a este depresivo, pero intenso lugar. Al entrar sintió la densa capa de humo que caracterizaba al “Sitio”, sus ojos se teñían de rojo, la euforia que le producía la música de la banda en una esquina del local pronto invadía su cuerpo, en fin, Él ya era el verdadero Luis. Cuando hablo de la euforia que sentía me refiero a una sensación que lo hacía olvidarse de todo, de los problemas en la casa, su jefe, su esposa, los gritos de los niños, las ganas de pegarse un tiro en la sien para que todo esto termine.
Caminó hacia el único privado con el que contaba el local, ahí lo esperaban sus amigos. La razón que los reunía era la de siempre, hablar de viejas historias de su juventud, cuando su máxima preocupación era acostarse con el mayor número de mujeres posible. Eran cinco hombres adultos, cansados de la vida, encerrados en una habitación y pasándose, uno a uno, un argile lleno de opio. El silencio era realmente incomodo hasta Juan José, el mejor amigo de Luis, dijo:
- ¿Qué nos ha pasado, qué ha pasado con lo que mas apreciábamos, nuestra libertad?
- Tú no tendrás libertad, porque a mi me ha ido increíblemente bien en la vida. Gracias a Dios trabajo de lunes a sábado para traer mucho más que pan a mi hogar-contestó enérgicamente Enrique-.
- ¡Enrique, escúchate! Siempre tan seguro, pero tan inocente. Ya eres otro más atrapado en este sistema-dijo Luis-.
Instantáneamente Enrique se puso rojo como un tomate y se quedó mudo.
Era evidente que su vida ya no era como antes, es más no podían intentar volver a los tiempos de antaño, ya que la vida de otras personas dependían de ellos ahora. Que triste y que agobiante era pensar de esta manera, pero ésta era la forma más realista de enfrentar sus problemas.
En otra esquina de la habitación se encontraba Sebastián, lo habían despedido del trabajo hace ya bastante tiempo y no se atrevía a contarle lo sucedido a sus amigos. Además del trabajo Sebastián había tenido en los últimos años otros problemas, como el divorcio. Llevaba 15 años casado, hasta que descubrió que su mujer lo engañaba con otro. La razón que le dio su esposa fue que le prestaba más atención al trabajo que a ella. ¡Que increíble! Perdió a su mujer por el trabajo, esto lo llevo a una depresión que provocó que lo despidieran. Esta historia es sólo una de las tantas que se tenían ocultas entre estos inseparables amigos.
De repente algo más que el opio y la música sicodélica entró en sus cabezas, de un segundo a otro todos estaban en ese departamento que habían arrendado en la playa cuando sólo tenían 18 años. Era algo más que su imaginación, de verdad estaban ahí, sin preocupaciones, simplemente viviendo, simplemente soñando en como serían sus vidas, soñando con cambiar el mundo. ¿Cómo había sucedido esto? Ni uno lo sabía, lo único que sabían era no se irían nunca más de este lugar, y así sería.
Tocaron la puerta del privado varias veces, fuertemente, pero nadie respondía.
- Señores, estamos cerrando, por favor abran.
Nadie respondió. La camarera forzó la puerta y soltó un estrepitoso grito.
- ¡María ven, apúrate!
María llego rápidamente junto a su compañera de trabajo, pero solamente para ver como yacían muertos los cuerpos de cinco hombres con una imborrable sonrisa en sus fríos rostros.

miércoles, 6 de junio de 2007

3...2...1...Fuera!!!


Hola a toda la gente que por alguna razón u otro haya llegado a mi blog, espero que este sea el comienzo de un largo camino. Este blog no tendrá un tema específico, así que escrbiré simplemente lo que se me de la gana. En un tiempo más tendre distintos tipos de textos con variados temas. Bueno, esto es todo para esta breve introducción.

Hoydía no sabía sobre que escribir, pero derrepente una idea me iluminó, es algo que nos concierne a todos: LOS AMIGOS. Estas son personas que nos apoyan en los momentos difíciles, ríen junto a nosotros y a veces nos molestan, podría seguir enumerando eternamente, pero supongo que entienden la idea. Respecto a este tema me siento muy afortunado, porque pese a tener pocos amigos sé que estos son muy buenos y que serán incontables los momentos que recordaré junto a ellos en los ultimos dias de mi vida.

Ahora, ¿ Cúal es el problema? Cuando van pasando los años vamos cambiando de una manera que nosotros mismos no notamos, es así como vamos perdiendo los vínculos que nos unían a estas personas. ¿ Es tan importante tener amigos similares a nosotros? Yo creo que no es fundamental, mas aún, un amistad con una persona distinta a nosotros podría ser mucho mas interesante. Lo que sí es importante es mantener las amistades y superar las barreras de la raza, religión, cultura, nacionalidad, tendencia política y clase social, porque así tendremos una visión más amplia del mundo y veremos todo de una manera más tolerante.